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noviembre 5th, 2018

EL PUNTO Y LA I

EL PUNTO Y LA I

Casas crecederas en Chamberí

Madrid, 2018

Obra construida

¿Cómo conseguir que una vivienda antigua se amolde espacialmente a las necesidades cambiantes de sus usuarios?

El encargo planteaba, como ya es habitual en el centro de Madrid, la remodelación y división de una vivienda antigua de 126 m2 en dos apartamentos nuevos y flexibles para una familia en cambio: la independencia de los hijos mayores, la posibilidad de alquiler por habitaciones, la capacidad de uso como despacho doméstico, la llegada (o no) de nietos, etc.

Por tanto, el reto no era sólo la división más eficaz, sino la posibilidad de que cada apartamento pueda negociar su tamaño, creciendo o decreciendo según dichas necesidades. Partiendo de la división en dos apartamentos de dos habitaciones, un sistema de puertas ocultas en los muros permite ‘traspasar’ habitaciones de una vivienda a otra, ofreciendo esquemas de 2 viviendas con 3 y 1 dormitorios respectivamente, 1 y 3 o recuperar la vivienda original de 4 dormitorios. Un sistema en paralelo de cajas y llaves de registro vincula el consumo de energía de dichas habitaciones a la casa a la que pertenezcan.

Para materializar este sistema utilizamos un concepto dual:

– El Punto, una caja contrachapada de abedul que organiza a su alrededor las zonas de día y noche de una de las viviendas.

– La I -un armario de 12 metros- estructura la otra vivienda, separando los cuartos húmedos (servicios y cocina) de los espacios vivideros. La acción de atravesar -literalmente- el armario materializa el transito de los espacios abiertos más luminosos a otros reducidos, más controlados y técnicos.

El Punto y la I define así la espacialidad y referencia al usuario en su interior, agrupando los elementos fijos e inmóviles (almacenaje, servicios, cocinas, instalaciones, etc.) de los espacios vivideros, cambiantes, que permitirán ampliar o disminuir la superficie de las viviendas según la evolución de la familia.

> constructora:

Avagon Proyectos y Construcciones

> carpintería:

Marcos Magnasco

> fotógrafo:

Rocío Romero (Imagen Subliminal)